EL ENGAÑO DE LA BÁSCULA
Buenas a todos, ya encaminados casi a medio de la tercera semana de cuarentena, hemos pensado que sería interesante hablar sobre un producto que muchísima gente tiene en casa y se le da un mal uso: la báscula.
Vamos a intentar aclarar muchas cuestiones, que pueden hacernos perder la motivación a la hora de pesarnos. Vayamos punto por punto.
1. Pesarse a diario: por favor que nadie haga esto, os supondrá un mal trago mental y acabaréis tirando la toalla o pensando demasiado. Nuestro peso fluctúa cada día por múltiples razones:
– Puede que hayamos hecho ejercicio y se nos haya acumulado glucógeno y agua en el músculo (¡esto no es malo!) por lo que nuestro peso total ha podido aumentar ese día específico pero tal vez estemos perdiendo grasa en el proceso si estás siguiendo determinadas pautas.
– Puede que te hayas hidratado más el día de antes, puede que las comidas del día anterior aún estén procesándose, y por tanto añadiendo peso extra.
– Nuestro peso aún sin condiciones extra suele fluctuar bastante
Por eso es mejor pesarse cada 2 semanas solamente, así aliviarás tu mente y podrás ver cambios reales y sustanciales, siempre y cuando estés siguiendo un programa de nutrición y entrenamiento adecuados.
2. Composición corporal: cuando te subes a la báscula, y el peso fluctúa, no sabes si has ganado masa muscular, si has perdido grasa o simplemente estás más hidratado.
Mucha gente se frustra al ganar peso por ejemplo. Individuos que buscan subir su peso corporal y se pesan a diario. Al comenzar un proceso de dieta y entrenamiento, puede darse la situación en la que durante al menos un tiempo, la persona gane músculo y pierda grasa, la báscula muestra el mismo peso y el individuo se frustra, por tanto empieza a comer aún más, y acaba ganando demasiada grasa extra en el proceso, por su afán de cuadrar todo con su báscula.
En otros grupos que están perdiendo peso, puede ocurrir lo mismo, tal vez no estén perdiendo peso total, pero estén ganando masa muscular y perdiendo grasa, y esto es lo importante realmente. Sin embargo, la báscula marca el mismo peso o casi el mismo, entonces ocurre de nuevo el problema, se cortan más calorías de la cuenta y por cortar demasiado perdemos músculo y además acabamos con desequilibrios hormonales.
3. El tipo de báscula: hay básculas que están mejor calibradas que otras, hay básculas que se usan en superficies no adecuadas, como una alfombra, hay básculas que pierden su calibración con el tiempo y hay básculas muy malas…El mundillo de las básculas es más complejo de lo que parece a simple vista. Otras básculas te calculan en teoría, tu porcentaje de grasa, de agua, etc. Sin embargo la mayoría de ellas lo hacen por un algoritmo y no por una medición real. Solamente las básculas de equipo médico que disponemos en centros especializados dan datos realmente fiables, además de ser calibradas frecuentemente por expertos. Por otro lado son demasiado caras y a veces demasiado grandes para tenerlas en casa.No quiere decir que las básculas convencionales no sirvan para nada, pero no podemos agarrarnos a esa baza tanto como quisiéramos.
4. Marcarnos un peso como objetivo: esto es una buena idea, pero volvemos al punto de la composición corporal. Queremos pesar 70kg como objetivo, sin embargo, no queremos tener ese peso con un 30% de grasa corporal, si veníamos pesando 90kg con un 35% de grasa corporal por ejemplo.
En conclusión: hay que fijarse en el peso, por supuesto. Pero hay otros aspectos en los que nos podemos fijar, como son nuestra imagen en el espejo, cómo la gente nos ve y cómo nos sentimos. Esto es de vital importancia para que mentalmente llevemos el proceso, sea cual sea el objetivo. Por lo que contrastar todo es la mejor idea.
Y si decides pesarte, al menos hazlo cada 1 o 2 semanas y en las mismas condiciones: mismo día, por la mañana en ayunas, recién levantado y después de haber ido al baño. Al menos tendrás una visión más realista que haciéndolo de otra manera.
Esperamos de todo corazón que llevéis la cuarentena lo mejor posible.
Un saludo a todos, mucho ánimo.